miércoles, octubre 31, 2012

Halloween

File:Jack-o'-Lantern 2003-10-31.jpgHalloween (contracción de All Hallows' Eve, 'Víspera de Todos los Santos'), también conocido como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos,Canadá, Irlanda, el Reino Unido y en países no anglosajones como México y Colombia en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.

El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.

Historia
La palabra "Halloween" (Alfabeto Fonético Internacional /ˌhæl.əʊˈiːn/) es usada como tal por primera vez en el siglo XVI, y proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even" (también usada "All Hallows' Eve") que significa «víspera de todos los Santos».

Origen Celta 
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el «Año nuevo celta», que comenzaba con la estación oscura.

Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro.

El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno. Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.

Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.

Tradición Romana
Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya se celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de la celebración.

La festividad llega a Estados Unidos
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los «Jack-o'-lantern» (calabaza gigante hueca con una vela dentro), inspirada en la leyenda de «Jack el Tacaño».

Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.

La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión.

Actualidad
Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense. Algunos países latinoamericanos, conociendo aún esta festividad, tienen sus propias tradiciones y celebraciones ese mismo día, aunque coinciden en cuanto a su significado: la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos. En Europa son muchas las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo con el que Estados Unidos concibe Halloween celebrándolo con fiestas y disfraces. Aunque en algunos lugares, como Inglaterra, la fiesta original ha arraigado de nuevo.

El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas.

En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.

Costumbres 
Dulce o truco
Originalmente el Truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de Jack O'Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas[cita requerida], el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).

En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.

El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín

Jack-o'-lantern
Un jack-o’-lantern (linterna de Jack en inglés) es una calabaza tallada a mano, asociada a la festividad de Halloween. Toma su nombre del fenómeno natural conocido como fuego fatuo (will-o'-the-wisp en inglés). Para hacer un jack-o’-lantern generalmente se toma una calabaza gigante, se quita la parte superior de la calabaza a modo de tapa, y luego se extrae la pulpa de su interior; sobre la superficie exterior se talla una imagen, generalmente un rostro monstruoso. Durante la noche se coloca una vela encendida en su interior para crear un efecto luminoso. El término jack-o’-lantern no es muy común fuera de los Estados Unidos, aunque sí lo es la práctica de tallar calabazas para Halloween.

Existe un viejo relato popular irlandés que habla de Jack, un perezoso pero astuto granjero que usó una cruz para atrapar al Diablo. Una de las versiones cuenta que Jack engañó al Diablo haciéndole subir a un manzano, y luego puso rápidamente cruces alrededor o talló una cruz en el tronco, para que el Diablo no pudiera bajar.

Otra versión del mito dice que Jack estaba siendo perseguido por algunos aldeanos a quienes había robado cuando se encontró con el Diablo, quien le dijo que había llegado el momento de su muerte. Sin embargo, el ladrón retrasó su suerte tentando al Diablo a castigar a los aldeanos que lo perseguían alegando que eran fieles a Dios. Jack le dijo al Diablo (quien podía adoptar cualquier forma) que se convirtiera en una moneda con la cual pagaría por los bienes robados; luego, cuando la moneda/Diablo desapareciera misteriosamente, los aldeanos pelearían entre sí para averiguar quién se la ha robado. El Diablo accedió a la propuesta: se convirtió en una moneda de plata y saltó al saco que Jack llevaba, solo para encontrarse junto a una cruz que el ladrón había también robado en la aldea. Jack cerró bien el bolso y la cruz privó al Diablo de sus poderes; y así lo atrapó. En ambos mitos, Jack solo deja ir al Diablo cuando éste accede a jamás llevarse su alma. Luego de un tiempo Jack muere, como cualquier otro ser viviente. Por supuesto, su vida había sido demasiado pecaminosa como para poder entrar al Cielo; no obstante, el Diablo había prometido no llevarse su alma, y así quedó también fuera del infierno. Ahora Jack no tenía adonde ir. Se preguntó cómo podría ver a donde iba, ya que no tenía luz alguna, y el Diablo le arrojó, a modo de burla, una brasa que nunca dejaría de arder con el fuego del infierno. Jack ahuecó uno de sus nabos (su comida favorita), puso la brasa en su interior y comenzó a vagar eternamente y sin rumbo por todo el mundo para encontrar un lugar donde finalmente descansar. Entonces pasó a ser conocido como Jack of the Lantern (“Jack la linterna”), o Jack-o’-Lantern. La linterna de Jack en Irlanda y Escocia era un nabo tallado con la supuesta cara tenebrosa de Jack, que solían colocar en las ventanas para ahuyentar al diablo y a todo espíritu maligno de sus hogares.

Más allá de lo pintoresco de estas leyendas, el término jack-o’-lantern se refirió originalmente a un vigilante nocturno, u hombre con farol, siendo conocido su uso a partir de mediados del siglo XVIII; y más tarde se aplicó al fenómeno de los fuegos fatuos (will-o’-the-wisp en inglés).

Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Halloween & http://es.wikipedia.org/wiki/Jack-o%27-lantern con imágenes de Google

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Halloween se ha convertido en una tradición muy popular no solo en los Estados Unidos, sino en varias partes del mundo. En esta fecha la gente acostumbra utilizar disfraces, hacer fiestas con decoración de brujas, fantasmas y monstruos, los niños salen a pedir dulces con el famosos <dulce o truco>, las casas se decoran con Jack-o'-lanterns, se llevan a cabo juegos como <Bobbing for apples> y se encienden hogueras.

Aunque en México no es una tradición muy arraigada, siempre se tiene en cuanta y se celebra modestamente. Muchas personas consideran que con esta celebración se enajena las propias costumbres mexicanas, como el Día de Muertos, sin embargo yo considero que esto es una idea errónea, pues lo único que logra el hecho de celebrar esta fecha, es ser consciente de la diversidad cultural que existe. Lo que si es importante es que no olvidemos nuestras propias costumbres. Podremos adquirir nuevos conocimientos y costumbres, pero jamas debemos olvidar nuestras raíces. Después de todo, lo cotidiano para nosotros, es lo exótico para los extranjeros.

Para finalizar, ya sea que estén de acuerdo o no con la celebración de Halloween, solo me queda decirles:




Namarie... 

jueves, octubre 18, 2012

Moby Dick

El día de hoy se celebra el 161 aniversario de la publicación de un clásico de la literatura universal, del escritor Herman Melville, Moby Dick; Google honra esta fecha con la presentación del siguiente doodle:

Herman Melville caza a Moby Dick en Google
Imagen tomada de Google. 

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Articulo publicado originalmente en: http://www.aztecanoticias.com.mx/notas/tecnologia/133897/herman-melville-caza-a-moby-dick-en-google por Azteca Noticias


México, DF.- Google celebra a Herman Melville en el 161 aniversario de lapublicación de su obra maestra "Moby Dick", novela que inauguró la literatura modernista en Estados Unidos.

El doodle que exhibe Google en su página de inicio se aprecia una chalupa ballenera dirigida por el capitán Ahab, que fletaban desde el barco Pequod con el objetivo de capturar un vigoroso cachalote (ballena blanca), conocido como Moby Dick.

Entre la imagen de la ballena Moby Dick se pueden ver las letras de Google.

Moby Dick se publicó el 18 de octubre de 1851, considerada como una de las obras más importantes de la literatura universal.

Herman Melville narra a través de la obra la historia de la a travesía de un barcoballenero Pequod en la obsesiva y autodestructiva persecución de una ballenablanca.

Herman Melville nació 1 de agosto de 1819 en Nueva York, pronto comenzó a embarcarse en varios viajes que inspirarían sus obras, pasando una temporada en las islas del Pacífico. A su regreso a Estados Unidos trabajó como profesor, hasta que en 1841 partió rumbo a las islas Marquesas donde viviría un mes entre caníbales. Consiguió escapar en un barco mercante australiano que arribó en Tahití.

En 1844 retornó a su hogar, dedicándose a escribir novelas donde relataba sus experiencias en los barcos marinos.

En 1850 estableció su residencia en Massachusetts y empezó a dar forma a su obra maestra, “Moby Dick”, que vería la luz un año más tarde.

El tema central de Moby Dick es el conflicto entre el capitán Ahab, patrón del ballenero Pequod, y la gran ballena blanca que le había arrancado su pierna derecha a la altura de la rodilla. Ahab, ávido de venganza, cegado por su monomanía, se lanza con toda su tripulación a una desesperada búsqueda de su enemigo.

La obra sobrepasa mucho la aventura, y se convierte en una alegoría sobre el mal incomprensible, representado por la ballena, un monstruo de las profundidades, que ataca y destruye lo que se pone en su camino, y también por el capitán Ahab, que representa a su vez la maldad absurda y obstinada, que sostiene una venganza personal y arrastra a la muerte inútil a muchos inocentes.

Herman Melville murió el 28 de septiembre de 1891.

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Sin duda un clásico de la literatura que mas que una aventura muestra los rincones mas oscuros del alma humana. 

Happy Reading! 


Namarie... 

Luces del Norte

Articulo publicado originalmente en: http://tucirculo.circulo.es/2012/10/luces-del-norte.html


Luces del Norte

Luces1

Hace unos días te recomendamos la lectura de Momo, uno de los libros que se incluye en la colección de Círculo de Lectores «Jóvenes Fantásticos». Bien, pues hoy le toca el turno a otro clásico imprescindible: Luces del Norte, una obra con la que su autor, Philip Pullman, abrió la puerta a un mundo de fantasía en el que era posible ver luchar a un oso polar como a un bravo guerrero o desplazarse por los aires en extraños ingenios.

Luces-3La protagonista de Luces del Norte es una niña de unos 11 años de edad que se llama Lyra Belacqua. Ella vive en un mundo fantástico muy parecido al nuestro, donde cada persona tiene un «daimonion», que es como una manifestación de su alma con forma de animal. Huérfana, reside en un colegio de Oxford por voluntad de su tío lord Asriel, que explora en las tierras del norte unas extrañas partículas que forman imágenes a las que denominan Polvo. Como otros muchos niños, Lyra ha oído hablar mucho de los «zampones», unas siniestras criaturas que secuestran a los niños. Pero cuando se entera de que uno de sus mejores amigos ha desaparecido, ella decidirá ir en su búsqueda cueste lo que cueste.
Este es solo el comienzo de una aventura de las de verdad. Luces del Norte es un libro fantástico, de esos que te da hasta pena acabar por lo bien que lo pasas leyendo. Con este título, Philip Pullman inició una trilogía llamada «La materia oscura», que se completaba con otras dos aventuras más: La daga y El catalejo lacado. El gran éxito de Luces del Norte provocó incluso su adaptación al cine en una película de notables efectos especiales titulada La brújula dorada (a la que pertenece la imagen), que sin embargo no llegó a captar la verdadera fuerza de la novela.

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Hace tiempo leí esta historia, me pareció fabulosa. La forma en la que el autor narra este mundo fantástico tan parecido al real es estupendo. Es sin duda uno de los clásicos que no puedes dejar de leer. 

Happy Reading! 

Namarie... 

lunes, octubre 08, 2012

El mundo del escritor




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¿Qué se esconde detrás del proceso de creación de una novela? Varios escritores nos acompañan etapa tras etapa.

¿Cómo ha podido escribir un libro tan fabuloso y poético? ¿De dónde ha salido su inspiración? ¿Cómo ha sido capaz de infundir tanto realismo a ese personaje con el que he llorado y reído?

Los escritores son artífices de verdaderas maravillas, detrás de las cuales suele haber mucha organización, infinitas elecciones largamente meditadas entre abanicos de posibilidades, una fuerte perseverancia tras varios intentos frustrados, algo de experimentación y, sobre todo, mucho tiempo invertido. Con la ayuda de algunas figuras de nuestro panorama lijero, en este reportaje, el primero del ciclo Fabricando libros, vamos a seguir de cerca el proceso que habitualmente siguen los escritores.

El origen de las ideas

Vamos a empezar imaginando cada novela como un árbol. Con muchas ramas, con muchas historias paralelas que se entrecruzan y forman algo grande pero que vienen de un mismo tronco. Ese árbol era en sus orígenes un brote nacido de una pequeña semilla, que ha ido creciendo y alimentándose a lo largo del tiempo. ¿Cuál es la semilla, la idea a partir de la que nace la novela? Algunos escritores se inspiran en vivencias de terceros, otros en libros o en películas y unos cuantos en pequeños detalles de su día a día que les plantean preguntas.

“Miss Taqui surgió un día que estaba pasando el aspirador. Pensé algo así como ¿Y si el polvo que recogemos en los aspiradores, que se queda apelmazado muchas veces en la bolsa, pudiese reciclarse, sirviese para hacer cosas? Y seguí limpiando mientras pensaba en eso, y después debí de dejar el aspirador, seguramente sin terminar la tarea, y me puse a escribir sobre una niña llamada Miss Taqui que tiene una fábrica donde se recicla el polvo. No tenía ni idea de qué le iba a pasar a esa niña, pero sentía curiosidad y simpatía por ella, y ganas de averiguar más sobre su historia”, nos cuenta Catalina González Vilar, dispuesta a echarnos una mano desvelando el curioso germen de una de sus últimas obras.

¿Y eso es todo? ¿Con el nacimiento de una idea ya tenemos una novela? Laura Gallegoutiliza una metáfora muy interesante en su página web: “Una historia es como un puzle formado por muchas ideas distintas. Puedes tener una idea para un principio, para un personaje, para un lugar… pero eso es sólo la primera pieza del puzle (…). Puedes reunir muchas piezas del puzle, pero no van a encajar solas. Es necesario reflexionar y buscar la mejor forma de encajarlas, y eso es algo que nadie va a hacer por ti, ni siquiera la inspiración”. Es decir: después de la inspiración inicial viene el camino más duro.

Hay que utilizar muchas ideas y formar un argumento donde éstas aparezcan perfectamente cohesionadas. De hecho muchas otras ideas o planteamientos surgen y se descartan durante el proceso de búsqueda de argumento para una novela.Jesús Díez de Palma nos confesó que algunas de las escenas de su novela El festín de la muerte surgieron durante el proceso de documentación. “La idea del capítulo del ferrocarril de Cracovia a Varsovia me vino por un escueto comentario que encontré en una página británica que decía simplemente: Mi abuelo murió en 1939, en el bombardeo de un tren en Polonia”.

Poco a poco se pasa de una mera idea a un proyecto sólido. El tiempo transcurrido entre ambas etapas varía: días, meses o incluso años. ¿Quién no recuerda que Laura Gallego tardó más de una década en lanzarse al teclado con Memorias de Idhún?

Por otra parte, cada escritor es único, pero se pueden distinguir dos grandes tipos: los que tienen toda la novela planificada antes de comenzar a escribir y los que van improvisando sobre la marcha. Según Fernando Marías, los primeros utilizan “mapas” y los segundos “brújula”, tal y como nos contó Jorge Gómez Soto. ¿Unos son mejores que otros? Para nada: es una mera cuestión de preferencias, cada escritor utiliza el método con el que se encuentra más cómodo. Para los de mapas el siguiente apartado de este reportaje es esencial; sin embargo, los de brújula sólo desarrollarían un poco más la idea de la novela y ya saltarían directamente al proceso de escritura.

Organización previa de la novela

Martin Amis ha asegurado públicamente que “tras los primero días de creación (…) escribir sólo consiste en tomar decisiones. Después de las grandes, las medianas; luego, las pequeñas. Montones de pequeñas decisiones, 200 ó 300 por página”. Los escritores que no disfrutan con esa inseguridad, o que prefieren disminuir notablemente la cantidad de decisiones que deben tomar en cada página por la razón que sea, realizan esquemas, resúmenes y un desglose de lo que sucederá, de forma aproximada, en cada capítulo de la novela que tienen en mente.

Es en ese momento cuando estructuran el camino que seguirá esa novela y sopesan diferentes posibilidades de desarrollo para la misma. Un único proyecto de novela en esta etapa puede tener varias versiones completamente diferentes que el escritor medita y va modificando, hasta decantarse por la versión que le parece más interesante o atractiva. Esa será la que desglosará más detalladamente y posteriormente escribirá.

¿Alguna vez habéis intuido cómo se iba a desarrollar alguna de vuestras lecturas en los siguientes capítulos, aunque desconocieseis exactamente lo que iba a suceder? Probablemente se debiese a que el autor ha utilizado una estructura clásica para organizar la novela. Hay incluso normas actuales que dictan en qué momento preciso debe haber un giro argumental o la aparición de una nueva subtrama. Estas normas están basadas en estudios sobre las respuestas de lectores y de espectadores en la industria audiovisual. Por ejemplo, se dice que la típica división en introducción, desarrollo/nudo y desenlace debe representar un 25, 50 y 25% de la novela respectivamente, e incluir al menos un giro o un cambio de sentido en la trama entre cada sección, así como otro más al llegar a la mitad del desarrollo. Muchos best sellers siguen estructuras-tipo, algunas con orígenes en el Mundo Antiguo como el viaje del héroe, con unas etapas y episodios muy bien marcados.

Este también es el momento de meditar sobre los personajes. A Alfredo Gómez Cerdá le parecen “esenciales dentro de una novela. La trama se olvida muchas veces, pero los personajes quedan”. Para hacer unos que sean redondos lo principal es realizar fichas individuales sobre los principales personajes. En ellas figuran rasgos físicos y psicológicos, así como vivencias, anécdotas, traumas personales, expresiones que utilizan al hablar… Todo vale en las fichas, aunque sea un dato que no vaya a aparecer expresamente en la novela: ayudan a profundizar y a perfilar aún más esas figuras en la mente del escritor. En Internet incluso figuran fichas-modelo de descarga gratuita para después rellenar al gusto de cada uno.

Hay autores que se inspiran en conocidos para crear a sus personajes, tomando prestado su físico, su personalidad o algún detalle que haya llamado su atención. Begoña Oro nos explica que en su última novela escrita hay un abuelo “que es la caña de España, la cuña de Cataluña (por si acaso), y que es una mezcla de tres expedicionarios de entre 67 y 75 años quefueron conmigo al Himalaya. Hay frases que dice -el abuelo- que están tomadas literalmente de ellos y que, durante la expedición, iba apuntando en secreto en una libreta”. También hay quien toma como modelos físicos a actores y famosos. Y, por supuesto, también están aquellos a quienes no les agrada esta práctica y optan por inventarlo todo.

“Sigo un proceso largo: desde que los veo -los personajes-, hasta que puedo establecer en mi libreta su ficha con sus rasgos físicos y, sobre todo, psicológicos. Su forma de ser desde un punto de vista psicológico influye en el desarrollo del argumento y, a la vez, el desarrollo del argumento influye en el personaje, que al final de la novela no es exactamente igual que era al principio”. Gemma Lienas, en la entrevista que le hicimos, incide en algo muy importante: la evolución del personaje. Prácticamente todas las historias -novelas experimentales aparte- nos presentan una evolución, un cambio, y esto ha de ir íntimamente ligado a las vivencias de los personajes. La psicología y las causas detrás de esa evolución deben ser estudiadas y tener unos pilares sólidos. Todo tiene un porqué, y el escritor debe organizarse de modo que el lector pueda verlo mediante los actos de los personajes, siguiendo la máxima de “mostrar en lugar de contar”.

¡Manos al teclado!

Tras pasar por la anterior etapa, los escritores de “mapas” ya tendrán todo el argumento desglosado en escenas, conocerán bien a los personajes gracias a las fichas que han realizado y se encontrarán listos para plasmarlo todo en papel. Lo siguiente para ellos es pura disciplina: escribir, escribir y escribir, sin desfallecer y sin dejarse bloquear por la temible página en blanco. Pero para otros autores, los de “brújula”, la escritura tiene un matiz distinto, y se funde con la misma creación y desarrollo de la novela. También hay algunos que optan por un término medio entre planificación y libertad, como Susana Vallejo, quienya nos explicó que suele saber cómo empieza “una historia, cómo va a terminar y los acontecimientos (escenas) más importantes de por ahí en medio. Después sólo queda unir esas escenas y eso lo puedo improvisar más”.

Se trate de escritores de mapas o de brújula, no podemos olvidar que la etapa de escritura no es solamente narrar una historia, sino escoger bien las palabras, el tono y la forma. Cuando le entrevistamos, Alfredo Gómez Cerda nos contó que “casi nunca hablamos de la forma, del estilo literario. Siempre nos centramos en el tema, en los contenidos. Es un gran error. Lo que hace grande a una obra literaria es, sobre todo, su estilo”. Bien lo demostró Begoña Oro en Pomelo y limón: la historia no deja de ser una versión moderna de Píramo y Tisbe, deRomeo y Julieta, pero un misterioso narrador, un atractivo juego de puntos de vista, y una escritura depurada y exquisita dieron otra vuelta de tuerca a algo ya visto.

Escoger la voz narrativa adecuada también va muy ligado al estilo de la prosa. Primera o tercera persona, un narrador externo o un personaje que presenció lo ocurrido, pasado o presente… ¿Alguien se imagina unos Juegos del Hambre con un narrador ajeno al drama personal de Katniss? ¿O un El Señor de los Anillos contado en primera persona por Frodo Bolsón, obviando las aventuras del resto de la Comunidad del Anillo? Cada historia pide un punto diferente de vista, el suyo propio, y sus efectos en el resultado pueden ser demoledores, por lo que conviene meditar sobre esta elección con detenimiento antes de empezar a escribir.

Aunque lo habitual es narrar de forma ordenada, siguiendo el desarrollo de la novela, en ocasiones hay autores que alteran la escritura de los capítulos porque necesitan saber dónde quieren llegar o porque una escena se les ha atravesado y prefieren regresar a ella más tarde. La clave es sentirse a gusto con lo que se escribe. Estas alteraciones son frecuentes sobre todo en las novelas con varias líneas argumentales paralelas o cuando hay múltiples narradores.

Sin embargo, sucede algo horrible de repente: el escritor se bloquea y llega a “ese punto de la historia en el que te has ido de la idea original, en el que has perdido la pista que seguías, el tono, lo que de algún modo le daba unidad y coherencia”, nos cuenta Catalina González cuando le preguntamos sobre ese temido momento. “El problema es que generalmente tardas mucho en saber cuál es ese punto, dónde te despistaste. Y vas y vienes por el cuento o la novela, desorientada, y reescribes, y desechas lo reescrito, y vuelves a escribir, y vuelves a deshacer. E inevitablemente tratas de conservar aquello que no funciona porque por algún extraño motivo te has encaprichado con ello y eres incapaz de ver que no resulta. Esa es mipágina en blanco”. Pero, finalmente, la luz llega si se busca con ahínco y sin perder del todo la ilusión, porque de lo contrario la novela llegará a un punto muerto y jamás será concluida.

Una curiosidad: ¿quién no se ha preguntado cómo se escribe un libro a cuatro manos? Cuando son dos o más los escritores, las líneas generales del argumento ya han sido pactadas y meditadas durante un largo proceso de preparación y asignación de escenas. Después suelen alternarse ambos creadores en el proceso de escritura, corrigiéndose y reescribiéndose mutuamente cada poco tiempo; esto es lo que hacen las autoras de Hermosas criaturas, Kami GarcíaMargaret Stohl. Otras veces uno de los autores se encarga de hacer guiones detallados de cada capítulo y el otro exclusivamente de la escritura; este es el método preferido de la pareja literaria Ana Alonso y Javier Pelegrín.

La hora del bolígrafo rojo

Acabamos de ponerle punto final -o puntos suspensivos, o exclamación final- a nuestra historia. ¡Genial, maravilloso! Una agradable sensación empieza a recorrer nuestro cuerpo, un cosquilleo que comienza por los dedos que han dejado de pulsar el teclado, y cerramos el documento de texto pensando que todo ha terminado. Pero no es así: ahora es cuando comienza el último gran paso.

Es habitual escupir, vomitar de sopetón la historia que uno tiene en su cabeza, dejándose llevar por la pasión sin pensar demasiado en el significado de cada palabra que plasma en el papel. Pero, salvo en honrosas ocasiones, los manuscritos así concluidos tienen fallos. Fallos ortográficos, fallos de estilo e incluso fallos de contenido. Escenas que sobran, diálogos que podíamos haber condensado o ese beso que nos ha faltado para hacer más intensa la página 95.

La mayor parte de los escritores coincide en que antes de llevar a cabo este paso conviene dejar reposar la novela unos meses, dedicarse a otros proyectos y volver a ella con ojos renovados. De ese modo se distancian lo suficiente como para descubrir fallos que antes pasaban desapercibidos por estar demasiado inmersos en el universo narrado.

También ayuda ver si la voz narrativa, cuando se trate de una novela en primera persona, es la del personaje que habla o la del escritor. Begoña Oro nos lo confirma: ella lo tiene muy, muy claro y nunca se da por satisfecha con la primera redacción. En su último manuscrito, narrado por una chica, asegura que se dio cuenta de que “la voz ya funcionaba cuando escribía con la voz de la protagonista y luego, al releerlo, sentía deseos de tachar y cambiar cosas. Me di cuenta de que quería cambiar cosas porque YO no lo habría escrito así, pero ¡mi personaje sí! Finalmente mi personaje me había poseído, y ya escribía de forma natural como si fuera ella. Lo único que me quedaba por hacer era frenar a la correctora que hay en mí y que intentaba imponer mi voz, no la del personaje”.

Montse de Paz comenta en su blog que un gran truco para corregir es realizar una lectura en voz alta, “pausadamente, entonando y vocalizando bien. Es ideal para detectar repeticiones, cacofonías, aliteraciones, frases demasiado largas o maltrechas, expresiones que no acaban de encajar… ¡No se escapa ni una!” Los escritores en “modo corrección” activado son expertos cirujanos que destripan cada capítulo y extirpan fragmentos sin miedo: en ocasiones se escriben páginas enteras que sólo son útiles para el propio escritor, para conocer mejor la diégesis, el universo narrado. Otras veces pueden -y deben- decirse las mismas cosas en una línea en lugar de cuatro, con menos divagaciones. Por eso es habitual que la novela, tras la corrección, sea menos gruesa y pierda páginas. Y… ¿cuántas veces se realiza esto? ¿Una, dos, tres? La respuesta es todas las que se pueda, cuantas más mejor para depurar al máximo la creación.

Colorín colorado

Así es como el proceso concluye: con un manuscrito que tiempo atrás -meses, años, ¡quién sabe!- era tan sólo un proyecto, una idea entre centenares. Sudor, lágrimas, risas, tirones de pelo, noches de insomnio hasta hallar la pieza perdida… el esfuerzo parece merecer la pena.

Y después, ¿qué hacer con el manuscrito? Eso depende de las motivaciones personales de cada escritor: algunos escriben por necesidad, para expulsar lo que tienen en la cabeza, otros lo hacen por reconocimiento, otros por diversión, otros para compartir sus mundos de ficción, etc. Los que anhelan ver ese libro publicado y en los estantes de una librería saben que el trabajo no ha terminado aún: apenas ha comenzado. Mover el libro por editoriales, buscar agentes, autopublicar, presentarse a concursos… ¿Qué opciones existen y cómo alcanzar la meta? De todo esto tratará el próximo reportaje del ciclo Fabricando libros. ¡No os lo perdáis!

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